Toda agenda política de un país latinoamericano debe fijar la política pública para el empleo de ingenieros recien graduados, para el mejor aprovechamiento de la tecnología y para la protección de la ecología.
Los dirigentes políticos deberían comprometerse con proyectos de predicción de desastres naturales es una tarea multifactorial en la que juegan un papel significativo los conocimientos de vulcanólogos, sismólogos, meteorólogos, etc, con los diseñadores de sensores específicos y los especialistas en la transmisión e integración de señales; tal y como ya lo están haciendo en Costa Rica.
El plan de ordenamiento territorial debe obedecer a la planificación de las actividades humanas en cualquier ámbito geográfico y, por tanto, humano, es una necesidad si queremos evitar, o al menos reducir, los riesgos catastróficos derivados de la acción antrópica, tratando de conseguir un desarrollo sostenible.
Para la implantación de estos sistemas, es necesaria la suscripción de acuerdos internacionales, los cuales deben ser muy flexibles para fomentar, sin rigideces burocráticas, los nuevos avances tecnológicos, e incluso, deben incentivar de manera coordinada la investigación cooperativa.
Estos proyectos podrían tener como actores líderes a las universidades, las administraciones locales y las cámaras de comercio locales.